Cada vez son más numerosos los locales liberales dónde poder ir a practicar el sexo, bien sea para realizar intercambio de parejas, para ir con tu propia pareja sin realizar intercambio, o simplemente para ir sin pareja y vivir otra experiencia sexual, una aventura fogosa y fugaz, y disfrutar de una buena noche.
El intercambio de parejas parece ser la nueva moda, una moda de la que se hacen eco revistas y periódicos, y que muchos glorifican como la solución a la pareja tradicional, a la monotonía, a una vida sexual aburrida, en definitiva al hastío que se puede llegar a dar en una pareja monógama.
Esto hace que nos surja la siguiente pregunta: ¿Es en realidad el intercambio de pareja una solución a la vida sexual de la misma, o es tan solo una moda pasajera que nos quieren endiñar?
Bueno, eso depende del cristal con que se mire.
La Pareja
La vida en pareja es mucho más que compartir tu vida con alguien. Cuando tienes una pareja tienes un apoyo, tienes a alguien que te quiere y que da una parte de sí mismo por tí, que te ayuda y te sirve de soporte en los momentos difíciles, y que comparte contigo los momentos alegres y felices.
Tu pareja te hace fuerte, os hace más fuertes a los dos (ya lo dice el refrán, la unidad hace la fuerza), y es un soporte vital cuando toca afrontar esas adversidades que, en muchas ocasiones, sólo serían montañas casi imposibles de escalar.
Y como no, tu pareja también es aquella persona cuyo cuerpo conoces al detalle, con la que disfrutas del sexo, con la que follas apasionadamente.
Pero con el tiempo la pareja se desgasta, el sexo seguramente empiece a espaciarse en el tiempo, y cuando follas puede que ya no sea tan apasionado como lo era antes.
Lo que más me sorprendió fue la naturalidad de la gente allí concentrada, era como entrar en una peli porno y que tu fueses una actriz más.
¿Puede el Intercambio de Pareja Ayudar a mi Relación?
La respuesta es clara: sí, puede.
A pesar de la aseveración anterior es necesario tener en cuenta que el intercambio de parejas no funciona para todas las parejas.
Antes de embarcarte en la aventura de propornerle a tu pareja un intercambio debes de considerar cómo es tu otra media naranja. ¿Es una persona celosa? ¿Es una persona más tradicional? ¿Tiene una mentalidad abierta respecto al sexo? Si bien el intercambio de parejas tiene sus ventajas, también tiene sus inconvenientes, y uno de ellos puede ser que termines sin pareja.
Si tienes problemas sexuales con tu pareja quizás un primer paso sea hablar sobre ellos primero y más adelante decicir si propones o no el intercambio. A pesar de que cada vez son más los hombres y mujeres que se inician en este tipo de juegos sexuales es recomendable ir paso a paso.
El Juego Sexual del Intercambio de Parejas
En estos juegos de pareja entran las fantasías sexuales que muchos de nosotros tenemos pero no nos atrevemos a poner en práctica, como por ejemplo el uso de lencería erótica o utilizar juguetes sexuales en la cama.
Entramos en algo nuevo para nosotros, como un nuevo y excitante juego, una fantasía nueva por vivir. Descubrir y ver que era eso de los locales liberales y el intercambio de parejas.
Los locales liberales son un espacio donde puedes disfrutar de tu sexualidad y cumplir tus fantasías sexuales de manera sana, divertida y placentera, a la vez que puedes hacerlo de una manera segura, pues existen claras reglas que nadie se debe saltar.
Dentro de los clubs liberales también existen algunos que pueden ser muy decadentes. El primero al que fuimos yo y mi pareja dejaba mucho que desear. De hecho no nos terminamos ni la copa y ya estábamos poniendo pies en polvorosa. Solo había tíos, estaba sucio, y el ambiente distaba mucho de amigable.
El siguiente al que fuimos ya fue otra cosa.
A la entrada nos recibió una chica joven, atractiva, que nos indicó lo que se podía hacer y lo que no. Mientras nos mostraba el lugar íbamos viendo como había bastantes parejas disfrutando de un sexo sin complejos, dejándose llevar por el momento, sin prejuicios, simplemente gozando del placer.
Lo que más me sorprendió fue la naturalidad de la gente allí concentrada, era como entrar en una peli porno y que tu fueses una actriz más. Dentro de la zona intima, podíamos ir vestidos como quisiéramos (lencería, desnudos, utilizar juguetes, etc.).
Había una mujer en cuclillas sobre un tío. Ella subía y bajaba dejándose penetrar por su pene suavemente, mientras los que estaban a su alrededor veían y sentían su placer. A su vez había otra chica haciendo un mamada en condiciones mientra otro hombre la penetraba. Sucesivamente se iban encadenando hombres y mujeres, disfrutando del placer sin censuras, sin prejuicios, simplemente disfrutaban del momento que estaban viviendo.
Empezamos tomándonos una copa en la barra cubiertos por una toalla. Una vez acondicionados nos decidimos a ir hacia una zona que disponía de camas donde había varias parejas. En una de ellas había dos chicas que estaban lamiendo a un chico todo su pene, mientras otro metía su lengua en la vagina de una de ellas, y con la mano tocaba a la otra chica.
Decidimos ponernos al lado y mi pareja y yo empezamos a besarnos y acariciarnos. Poco a poco empezamos a ponernos más calientes. Él me acariciaba por todo el cuerpo mientras sus labios y lengua recorrían mis curvas. Jugaba con mis pezones entre sus labios al tiempo que comenzaba a jugar con mi sexo, rozando el clítoris, pasando sus dedos entre mis labios, para terminar metiéndomelos lentamente.
Tomé la iniciativa y le hice tumbarse. Su polla estaba dura y tiesa a más no poder. Me la quería comer entera así que me deslicé por su cuerpo rozando con su piel hasta llegar a ella. Empecé a lamerla poco a poco, por los lados, desde la base hasta la cumbre, hasta que me la metí en la boca. Notaba la presión en sus venas, como le bombeaba la sangre a cada lamida, como su cuerpo empezaba a gemir de placer.
Al poco rato el chico al que le estaban pasando las dos lenguas me tocó el brazo para que entráramos en el juego. Miré a mi pareja y asintió.
Una de las chicas se quitó para que siguiera yo con mi lengua, y ella a su vez empezó a tocar a mi pareja, con caricias, paseando las manos por su cuerpo, a lo que él respondió y empezó a lamer toda su rajita. Enseguida conseguimos compenetrarnos todos de manera que nadie se quedara sin lo suyo.
Después de 4 ó 5 horas terminamos tomándonos otra copita en la barra, brindando y riéndonos por lo bien que lo habíamos pasado.
Estar allí, el poder sentir el placer de los demás y el tuyo propio, fue tal excitación que para cuando terminó la noche había tenido varios orgasmos.
Aquí os dejo un par de sitios por Madrid que están muy bien:
Encuentros VIP
https://www.encuentrosvip.com/
Fusion VIP
http://fusionvip.com
Espero que os haya gustado mi experiencia y, por favor, dejad vuestros comentarios y recomendaciones de locales por toda España. Así entre todos podremos disfrutar del sexo sin límites.